Historia

El éxito que supuso la apertura de la primera línea del suburbano madrileño planteó rápidamente la ampliación, ampliando el capital tras los primerosmeses de funcionamiento en el año 1920. Se crearon doce mil nuevas acciones, quedando cerrada la subscripción el 4 de febrero.

Sol-Ventas

El 1 de julio de 1921 se comenzaban las obras del primer tramo Sol-Goya, a lo largo de toda la calle Alcalá. Este tramo fue anunciado por primera vez cuando se recibió la concesión a la ampliación de la línea 1 hasta Atocha, justo tras ampliar el capital. Éstas ampliaciones corrieron a cargo de la primitiva concesionaria constructora, pero para los restantes tramos Sol-Quevedo y Isabel II-Norte, que comenzarían en 1923 y se concluirían en 1926, las obras corrieron a cargo de la sección de proyectos y construcción de la empresa, de nueva creación. Dicha sección se encontraba a cargo de los ingenieros José María Aguirre y Alejandro San Román, que en 1926 decidieron cerrar la compañía y crear una propia, Agromán, que luego colaboraría con el Metropolitano en la construcción de la línea 3.

El equipo de construcción eran cuatro ingenieros y ocho ayudantes, apoyados por varios equipos auxiliares como camiones, grúas, montacargas y bueyes, además de un taller de carpintería y tres tejares para la fabricación de ladrillos. Estos tejares eran el de la Bodeguilla (en la zona de Canillejas), el de la Princesa (a orillas del Manzanares) y el de la Elipa, curiosamente donde 85 años después llegaría la línea para la que se construían los ladrillos.

Con todo ello el Metro encontró dificultades para las obras: desde las trabas administrativas del Ayuntamiento hasta problemas como la sequía. Esto fue un problema porque Unión Eléctrica Madrileña restringió el suministro, que a parte de provocar una reducción en el número de trenes de la línea construida, retrasaba la apertura de su ampliación y reducía el rendimiento de los trabajos de construcción de la nueva línea 2. Se dedicó una gran inversión a construir una subestación eléctrica en Pacífico, que venía acompañada de un contrato con Unión Eléctrica e Hidráulica Santillana, y a la compra de un solar junto a Ventas que sirviera de cocheras de la línea 2.

En enero de 1923 la compañía solicitó la concesión para construir la continuación de la línea desde Sol a Quevedo y el 3 de enero una Real Orden del Ministerio de Fomento se la concede. Y el 14 de junio de 1924 se abre al público el primer tramo de la línea, Ventas-Sol, con 3 816 m. El andén de ésta última se construyó en una de las galerías de salida al exterior de la estación de la línea 1 y la estación de Retiro era de triple vía prevista para la ampliación (actualmente línea 4) hacia el barrio de Salamanca y los bulevares.